Para reforzar su independencia energética, siempre podrá contar con la calefacción de leña.

Las crisis de los últimos años han puesto de manifiesto ciertas debilidades y limitaciones del sistema energético francés: en primer lugar, nuestra dependencia de las energías fósiles importadas; en segundo lugar, la volatilidad de los precios de determinadas energías y por último, las tensiones en la red eléctrica durante el invierno, con el riesgo de cortes temporales de suministro. En este periodo de agitación e incertidumbre, la energía de la madera se ha mantenido estable, con una disponibilidad y unos precios relativamente constantes (solo los pellets de madera han experimentado un periodo más agitado antes de volver a la normalidad).
La madera, un recurso local, descarbonizado, renovable y disponible, constituye una fuente de energía segura en la que se puede confiar tanto a nivel individual como nacional. Por otra parte, aunque no siempre se sabe, la madera como fuente de energía doméstica ya desempeña cada invierno un papel crucial en el equilibrio del sistema energético francés, ya que por la noche, durante los picos de demanda, permite aliviar la red eléctrica al eliminar el equivalente a 10 reactores nucleares, es decir 10 GW.
¿Cuáles son los desafíos de la independencia energética para una nación?
¿Y para nosotros, los ciudadanos?
Ya sea que hablemos de independencia energética, soberanía energética o autonomía energética, siempre se trata de responder a tres grandes preguntas:
¿Cómo podemos satisfacer todas las necesidades energéticas?
¿Cómo podemos hacerlo de forma controlada, continua y sostenible?
¿Cómo podemos ofrecer esta energía al precio más asequible posible?
La dependencia energética excesiva, ya sea de proveedores externos o de una fuente de energía concreta, puede reducir el margen de maniobra de un país, debilitar su economía y frenar sus ambiciones medioambientales. Por el contrario, una combinación energética diversificada y bien equilibrada refuerza la estabilidad y la libertad de elección y de acción tanto a nivel nacional como internacional.
Para los usuarios, un sistema sólido e independiente les protege contra posibles problemas de continuidad del servicio, fluctuaciones de precios y restricciones de suministro. El reto consiste en ofrecer más comodidad, más visibilidad y más seguridad para todos.
Por eso es importante construir la combinación energética más robusta posible, recurriendo al máximo a los recursos propios. Y entre los recursos energéticos de Francia, la dendroenergía es uno de los principales, ofreciendo varias ventajas.
Las ventajas de la dendroenergia
- La madera es un recurso disponible
Con cerca de 17 millones de hectáreas de bosques en continua expansión, Francia es uno de los países más boscosos de Europa. Cada año, el bosque crece más rápido de lo que se explota, ya que solo la mitad del crecimiento biológico anual se destina a satisfacer todas las necesidades de madera (madera para construcción + madera para industria + madera para energía).
Siempre que se gestionen de forma sostenible, los bosques franceses constituyen una considerable reserva energética disponible en nuestro propio territorio sin intermediarios externos. Tranquilizador, ¿verdad?
- El precio de la energía de la madera es estable
La dendroenergía está menos expuesta a fluctuaciones geopolíticas que los combustibles fósiles o la electricidad importada. Proporciona seguridad a los ciudadanos.
- La dendroenergía es una energía local
Sin cargueros ni oleoductos, la dendroenergía se consume generalmente en un radio cercano a su producción. Esto significa que al calentar con leña, « invertimos » en la economía local, defendemos empleos indeslocalizables (¡el sector de la calefacción con leña representa 35.000 empleos directos!) , reforzamos los territorios y su independencia económica… Una economía circular que beneficia a todos.
- La madera es una energía baja en carbono, una ventaja para el éxito de la transición energética.
Descarbonizar la combinación energética sin depender de otros —y más aún en un contexto internacional tenso— es mejor, ¿no?
- La madera es fácil de almacenar.
A diferencia del gas o la electricidad, que se consumen directamente según se necesite, la leña se puede almacenar. Esto permite planificar el suministro y crear una reserva lista para usar en cualquier época del año. En resumen, gestionarla de forma independiente.
¿Cuál es el peso de la calefacción de leña?
Si consideramos la calefacción de leña como un elemento clave de la combinación energética francesa y europea, es porque su contribución no es para nada anecdótica. A continuación, se presentan varias cifras que miden la proporción de la calefacción de leña:
- En Europa, la dendroenergía representa 20 % del consumo de calor en los hogares y 75 % del consumo en los hogares europeos.
- En Francia, se estima que la calefacción doméstica con leña (leña y pellets) cubre 24 % de las necesidades de calefacción del sector residencial.
- Las tardes de invierno, durante los picos de demanda de las 19:00, la calefacción con leña permite aliviar la red eléctrica al eliminar el equivalente a 10 GW, o 10 reactores nucleares (estudio basado en la encuesta del IFOP para Cheminées Poujoulat en 2022).
Como se indica en un reciente artículo de opinión firmado conjuntamente por numerosos actores del sector energético, del transporte y de la industria, entre ellos Cheminées Poujoulat, «La actualidad reciente nos recuerda que la seguridad energética se basa en la diversidad de los suministros. La transición energética no necesita campeones solitarios, sino un colectivo comprometido con el mismo objetivo. Cada energía descarbonizada tiene sus puntos fuertes (fiabilidad, coste, flexibilidad, disponibilidad, potencial de almacenamiento) y sus debilidades (intermitencia, costes de explotación, falta de flexibilidad, residuos, tiempo de implementación). Cada una de ellas constituye una opción para un futuro tecnológico que desconocemos y en el que Francia debe seguir presente».
En un contexto en el que la demanda de electricidad está en fuerte crecimiento (con un mayor uso en el transporte, la industria tecnológica e incluso en los hogares), el sector de la calefacción con madera tiene un papel crucial que desempeñar.
La calefacción de leña es una palanca para la independencia energética que permite reducir la dependencia de las importaciones de energías fósiles, aliviar el sistema eléctrico en períodos de tensión, valorizar un recurso francés abundante y renovable, consolidar la economía local… todo ello apoyando la descarbonización.